La insuficiencia venosa crónica (IVC) incluye un amplio espectro de presentación clínica que abarca desde las inestéticas arañas vasculares-telangiectasias y venas varicosas hasta úlceras venosas y las varicotrombosis. Además de estos signos, existen una serie de síntomas asociados a la IVC como son la pesadez, rampas o calambres y pierna inquietas.
¿Qué son las varices ?
Las varices son venas dilatadas que ya NO funcionan correctamente. Generalmente afectan a las extremidades inferiores y constituyen además uno de los principales problema estéticos de la mujer de mediana edad, que con frecuencia han empeorado tras los embarazos. La mujer padece de varices mucho más que el hombre porque en ella influyen, además los factores hormonales. Pero las varices también pueden ser favorecidas por factores adquiridos (el estar de pie y quieto durante muchas horas, como sucede en profesiones como la de dependienta, planchadora o peluquera). Otros factores como el sedentarismo y el sobrepeso redundan particularmente en problemas la aparición de varices.
Las varices son la manifestación externa de un mal funcionamiento del aparato circulatorio. Corresponden a dilataciones permanentes de las venas, lo cual conlleva un cierto estancamiento sanguíneo y, por tanto un déficit en la función de retorno de la sangre al corazón. Es una enfermedad conocida desde hace milenios, es tan antigua como el hecho de que el hombre haya pasado a ser un animal bípedo en lugar de cuadrúpedo, hecho considerado como una de las causas fundamentales de esta patología. El ser humano no está totalmente adaptado a la bipedestación y el sistema venoso o circulación de retorno es el más afectado. De aquí que las piernas o extremidades inferiores estén siempre en una especie de situación límite, sobretodo si el individuo permanece mucho tiempo de pie y sin mover sus piernas. El hecho de que el hombre y la mujer caminen y permanezcan erguidos durante todo el día y a lo largo de su vida, obliga a su aparato circulatorio a hacer un sobreesfuerzo para conseguir que la sangre procedente de la parte inferior del cuerpo vuelva al corazón venciendo la fuerza de la gravedad. Esta circulación de retorno o venosa es especialmente dificultosa en las piernas, donde los vasos han de soportar una mayor presión en sus paredes. Esto demuestra que necesitamos constantemente mecanismos de actividad para las piernas con el fin de compensar la tendencia al estancamiento de la sangre de retorno. Cualquier persona que esté obligada a permanecer muchas horas de pie (cocineras, vendedores/as, planchadoras, peluqueros/as... etc.), en un 60% de los casos pueden acabar desarrollando insuficiencia venosa en las extremidades inferiores.
La patología varicosa es un problema de salud que puede conllevar la paraición complicaciones de gravedad durante su evolución. Además, en sí misma supone también un problema estético que afecta, en ocasiones profundamente la propia autoestima, porque quien la sufre ve en ella una pérdida de la armonía corporal. En la mujer, además, las piernas son un factor sexual secundario.
La insuficiencia circulatoria en las piernas provoca una sintomatología definida y molesta siendo por ello un problema con elevada repercusión socio-laboral. Las estadísticas que reflejan la frecuencia de esta enfermedad en nuestra sociedad son variables porque es preciso considerar las varices en diferentes grados, ya que las repercusiones dependen de su estadio evolutivo. Los estudios demuestran que más de la mitad de la población sufre este mal. En el 44% de los casos, no hay consecuencias y la principal preocupación es estética. Pero, en el 12% de la población, se dan alteraciones o complicaciones secundarias como causa de las varices. Ests síntomas son: sensación de pesadez en las piernas, cansancio, dolor, edemas, pigmentaciones cutáneas, dermatitis, úlceras, flebitis, etc.
La patología varicosa tiene un gran componente hereditario. Tambien existen factores de riesgo adquiridos, ya hemos hablado de la influencia de estar muchas horas de pie en la aparición de esta dolencia. Pero, es preciso añadir que la obesidad, factores hormonales y el sedentarismo abonan asimismo la aparición de varices. Factores hormonales: sabemos que las hormonas femeninas provocan una debilidad de la pared vascular venosa que puede inducir a una dilatación de ésta. Además, en las gestaciones se produce un aumento de hormonas que relajan las fibras musculares lisas y se da un efecto mecánico de presión del útero -que aumenta de tamaño- sobre las grandes venas que vienen de las piernas y que conducen todo el retorno circulatorio de éstas hacia el corazón. Entre el 20 i el 30% de las telangiectasias, por ejemplo, se desarrolla durante el embarazo, sobretodo durante el tercero. Un 43% de casos de varices o telangiectasias suelen tener antecedentes familiares. Hay medicamentos con hormonas que colaboran en la aparición precoz de varices, por ejemplo los preparados hormonales que provocan el control ovulatorio en la edad fértil o aquéllos que intentan evitar cierta sintomatología propia de la menopausia. Tanto uno como los otros provocan la debilidad de la pared vascular venosa con la posible dilatación de ésta, causa de la aparición de varices más o menos grandes (como las varículas, si son pequeñas, o las telangiectasias o arañas vasculares).
¿Existen diferentes tipo de varices?
Las pequeñas dilataciones llamadas "arañas vasculares", "spiders", "talengiectasias" o "manchas en forma de estrella", tan frecuentes en las pantorrillas de las mujeres de entre 35 y 45 años. Corresponden a dilataciones de los plexos venosos más superficiales. tenemos como método terapéutico la microesclerosis, la electrocoagulación y la crioterapia. Las varices reticulares, que se forman a partir de venas colectoras de mayor calibre. Por último están las varices tronculares, son de gran tamaño y corresponden a las principales venas de drenaje del sistema venoso superficial: la vena safena interna y la vena safena externa.
¿Cómo tratar las varices?
Por lo que se refiere al tratamiento de este tipo de patologías, no se puede decir que haya ni un único método, ni milagroso, que venga a resolver todos los casos. En la Angiología y la Cirugía Vascular no podemos globalizar, ni métodos, ni tratamientos. Es preciso tener en cuenta unos parámetros, como la edad, el grado evolutivo de las varices, su localización, los factores hormonales, los factores de riesgo, el aspecto estético, la sintomatología clínica, la situación familiar y social y la profesional, etc. Como en todas las disciplinas es fundamental una anamnesis completa y exploración física detallada, siendo imprescindible un estudio hemodinámico del sistema venoso mediante eco-Döppler color. Las varices se pueden tratan mediante diferentes técnicas: Fleboextracción (stripping), Muller, Esclerosis líquida, esclerosis con espuma ecoguiada, ablación por radiofrecuencia o láser, VenaSeal, etc. Son intervenciones que ha de realizar un buen especialista en angiología o cirugía vascular. Las pequeñas dilataciones llamadas "arañas vasculares", "spiders", "talengiectasias" o "manchas en forma de estrella", tan frecuentes en las pantorrillas de las mujeres de entre 35 y 45 años, tenemos como método terapéutico, no siempre totalmente satisfactorio, la microesclerosis, la electrocoagulación y la crioterapia. Ciertas varicosidades anómalas, como las varículas, si éstas no dependen directamente del sistema principal de las venas safenas y además este sistema no está afectado, las tratamos con esclerosis química transcutánea que es un método eficaz y seguro, pero, en el cual, es necesario conocer la técnica, sus indicaciones y las posibles apariciones de complicaciones, a la vez, que será imprescindible haber hecho un diagnóstico diferencial con el fin de excluir la implicación del sistema principal o que haya una anomalía subyacente. Si, por contra, la enfermedad varicosa evolutiva afecta al sistema principal de las venas safenas con una insuficiencia valvular de éstas, entonces, el tratamiento más eficaz y permanente es el quirúrgico, minimamente invasivo mediante técnicas endovenosas. Estos métodos no precisan anestesia general, y la mayoria de veces son ambulatorios.
No debemos olvidar que además de solucionar el problema médico de retorno, tambien se debe tratar con enorme delicadez el problema estético. En muchas ocasiones estos tratamientos van a tener como objetivo principal las varices tienen una finalidad estética.
El doctor César García-Madrid, Director del Instituto Sala Planell de Angiología y Cirugía Vascular, nos confirma que "las mujeres ven en las varices un motivo de preocupación que empaña la belleza de sus piernas y solicitan muy a menudo su tratamiento". De todas maneras, es fundamental tener en cuenta como premisa básica, que no existe una técnica estandar para tratar todas las varices, disponemos de varias opciones terapéuticas. De la estrategia terapéutica, es decir una adecuada combinación de varias técnicas, se derivará el mayor beneficio para las pacientes. Dicho en otras palabras, se debe individualizar el tratamiento para cada paciente.