No existe un método para prevenir la aparición de arañas vasculares y varices, pero es importante tomar una serie de precauciones que aunque no eliminan el problema, ayudan a prevenir posibles complicaciones. El estilo de vida va a influir indiscutiblemente en su aparición y evolución. Es muy recomendable praticar deporte, hacer gimnasia, caminar y masajes que faciliten la circulación de retorno. Si la profesión de una persona le obliga a estar muchas horas de pie y quieto, deberá procurar hacer largas caminatas en su tiempo de ocio. Las personas con predisposición familiar o personal han de practicar la natación de manera asidua, ya que este deporte es ideal para los transtornos venosos de las piernas. Colocar las piernas en posición elevada siempre que sea posible, mantiendolas en posición alta respecto a la cintura del cuerpo, con ello se invierte su recorrido circulatorio favoreciendo el a favor de la gravedad. La vigilancia de los trastornos hormonales, la alimentación correcta, y evitar prendas de ropa compresivas (fajas, ligas, etc) son medidas adecuadas de prevención.
También es aconsejable que los pacientes con problemas venosos de los miembros inferiores procuren dormir con las piernas en posición ligeramente elevadas (unos 10 centímetros es suficiente), efectuar baños diarios con agua fría unos minutos en cada pierna y utilizar calcetines o medias elásticas compresivas apropiadas como protección y sostén. Es bueno caminar descalzo y sobre las puntas de los pies unos minutos diariamente y acostado sobre la espalda levantar las piernas y pedalear hacia delante y hacia atrás unos minutos con las piernas levantadas. Acostado sobre la espalda levantar alternativamente las piernas y tocar con la mano la punta de cada pie. En posición de firmes, levantarse sobre las puntas de los pies.
Como en cualquier patología, es importante tomar una serie de precauciones que aunque no eliminen el problema, ayudarán a prevenir posibles complicaciones. Trataremos así de evitar el sedentarismo, de llevar una vida equilibrada y de realizar más ejercicio físico. Evitar también el aumento de peso, no sólo como problema estético, sino porque favorece la aparición de trastornos circulatorios, no utilizar piezas de ropa ajustadas y vigilar los trastornos hormonales. Tampoco hay que descuidar los problemas ortopédicos de los pies, las piernas, las caderas y la columna, ya que éstos pueden provocar una alteración en la relación estético-dinámica de las extremidades inferiores e influir en la aparición de transtornos varicosos. Y finalmente, cuidaremos la hidratación de la piel de los miembros inferiores con cremas hidratantes
En cuanto a las posibilidades de tratamiento, no existe un único método, ni ninguna aplicación milagrosa que erradique esta patología. Como siempre sucede en Medicina, lo fundamental es hacer una indicación terapéutica adecuada en función de los parámetros tales como la edad, el grado evolutivo de las varices, su localización, los factores hormonales o de riesgo, etc. No hay que olvidar que la aparición de varices no supone sólo un trastorno estético, sino también una disminución de la calidad de vida, como consecuencia del cansancio y pesadez de piernas.
En el caso de que las dilataciones superficiales surgidas frecuentemente en los muslos de las mujeres jóvenes, denominadas “filamentos de escoba” o “arañas vasculares” como para las varículas el método terapéutico más efectivo es la microesclerosis. Es imprescindible conocer y dominar su técnica y posibles complicaciones que pudieran, por lo cual se recomiendad sea llevado a cabo por especialistas en Angiología y Cirugía Vascular.
Para la varices reticulares, ramas de las venas principales, la flebectomía por mini-incisiones de 2 mm bajo anestesia local es la técnica de elección.
Y finalmente, en cuanto a la enfermedad varicosa evolutiva que afecta al sistema principal de las venas safenas, con insuficiencia valvular de las mismas, el tratamiento más eficaz es el quirúrgico, a ser posible, mediante terapéuticas minimamente invasivas y en régimen ambulatorio.